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La obesidad, sus efectos y como mejorar nuestra calidad de vida

La obesidad en el mundo está catalogada como una enfermedad de salud pública y según estudios recientes son la causa de enfermedades como:

  1. Presión arterial alta – hipertensión perder tan poco como 8 libras de peso puede ayudar a reducir la presión arterial a un nivel seguro.
  2. Diabetes El exceso de peso u obesidad contribuye al desarrollo de la diabetes por hacer que las células más resistentes a los efectos de la insulina. La pérdida de peso de 15 a 20 libras puede ayudar a disminuir su riesgo de desarrollar diabetes tipo 2.
  3. Enfermedades del corazón Si usted tiene sobrepeso, perder 10 a 15 libras puede reducir su riesgo de desarrollar enfermedades del corazón. Si hace ejercicio regularmente, el riesgo de desarrollar enfermedades del corazón cae aún más.
  4. Los altos niveles de colesterol – colesterol alto es una de las principales causas de ataques al corazón en un 20 por ciento. Perder de 11 a 20 libras puede ayudar a reducir significativamente su nivel de colesterol.
  5. Cáncer – Las mujeres tienen un mayor riesgo de desarrollar cáncer si son más de 20 libras de sobrepeso. El ejercicio regular y una pérdida de peso de tan sólo 12 libras puede disminuir significativamente los riesgos.

Ahora bien, después de evaluar todas estas enfermedades nuestra primera idea es mierda estamos en sobrepeso vamos a morir y es verdad todo vamos por ese camino, pero no queremos solo asustar a nuestro público hoy queremos darte algunos tips para entender un poco más como mejorar nuestra calidad de vida.
Si bien la dieta y el ejercicio son fundamentales para bajar de peso. No es suficiente nada va a funcionar si no tienes fe en ti, sólo así podrás alcanzar la meta que te propongas. ¿Cómo lograrlo?

Paso 1: Identificar las situaciones problemáticas

“Piensa sobre las condiciones que aparentemente desinflan tu autoestima”. Algunos disparadores habituales son: una presentación de trabajo, una crisis laboral o familiar, un desafío con nuestra pareja, socio y otro contacto. También otras circunstancias como la pérdida del trabajo o un hijo dejando el hogar.

Paso 2: Toma consciencia de tus pensamientos

Una vez que identifiques las situaciones o condiciones conflictivas, presta atención a tus pensamientos acerca de ellos. Esto influye: auto-conversación –lo que te dices a ti mismo- y tu interpretación de lo que la situación significa. Tus pensamientos pueden ser positivos, negativos o neutrales. También: racionales, basados en datos, o irracionales, basados en ideas falsas.

Paso 3: Cuestiona el pensamiento negativo

“Tus pensamientos iniciales podrían no ser la única forma de ver una situación, por lo que analiza la veracidad de tus pensamientos. Pregúntate si tu visión es consistente a los hechos y la lógica o si hay otras explicaciones posibles.

Patrones que “erosionan” la autoestima

Pensamientos “todo o nada”: las cosas son malas o buenas, filtros mentales (que dejan ver sólo lo malo), convertir cosas positivas en negativas, apurarse a arrojar siempre conclusiones negativas, confundir “sentimientos” con “hechos” (“me siento un fracasado, entonces debo ser un fracasado”) y subestimar lo propio (con sarcasmo o ironía).

Paso 4: ajusta tus pensamientos y creencias

Ahora, después de identificar los pensamientos y tratar de “entenderlos”, el paso siguiente es reemplazar los pensamientos negativos por pensamientos más constructivos. “El pesimismo puede convertirse en una profecía auto cumplida. Por ejemplo, si piensas que tu presentación saldrá mal, podría suceder exactamente lo que imaginaste”.

Cómo tener pensamientos positivos

Usa afirmaciones esperanzadoras, por ejemplo, “aunque la presentación es difícil, puedo manejarla”. Perdónate: todos nos equivocamos. Evita las palabras “debería” y “debo”: es agregarle a tu vida demasiadas demandas. Focaliza en lo positivo: piensa en el lado positivo de tu vida. Repasa todo lo bueno que has hecho últimamente y empieza a confiar en ti.

Permítete también los malos pensamientos

Aunque estés dispuesto a cambiar y a ser menos exigente contigo mismo, cuando te “aparezcan” los pensamientos negativos, déjalos ir, pero sin enojarte. Piensa “cómo puedo hacer para que esto sea menos estresante para mí”. Y, por último, “date coraje”: concédete la oportunidad de hacer cambios positivos. Tú puedes, sólo tienes que darte la oportunidad.

¡Renueva tu fe en ti mismo!

Si quieres que el resto te acepte, ¡empieza por aceptarte tal como eres! Verás cómo de a poco, a medida que tengas ideas positivas sobre tus metas y tus logros comenzarás a bajar de peso. Te sentirás genial: por fuera, ¡y por dentro!

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